La rana que no sabía saltar
Había una vez, en una charca en el bosque, una rana que puso los huevos en el agua. Cuando los puso, se fue.
A los dos meses todos los huevos eclosionaron y salieron los renacuajos; uno de esos era Roki.
Roki era un pequeño renacuajo que acababa de nacer; él, aún no lo sabía, pero iba a ser el protagonista de esta historia.
Ese día todos los renacuajos estaban muy contentos y se llevaron todo el día jugando. Esos días siempre estaban jugando, pero un día, paso una cosa impresionante, a todos les salieron patas, se les quitó la cola y se hicieron grandes.
Entonces quisieron salir al exterior; todos salieron y, como no había agua, se movían dando saltos, todos, menos Roki. Roki no sabía saltar y por eso todos sus hermanos e incluso otras ranas se reían de él. Él se desplazaba andando.
Todos fueron creciendo y cuando Roki fue al colegio, los chicos/as se seguían metiendo con él.
Uno de esos días, Roki y su grupo de amigos se fueron de excursión; pero a la mitad del camino, se encontraron con unas llanuras de “arenas movedizas”. Como cualquier grupo de chicos pequeños, no tuvieron cuidado y varios de ellos se adentraron en ellas; Roki, que era el más astuto,agarró a sus amigos y los salvó, pero para ir a sus casas, tenían que pasar por allí, así que Roki salió corriendo y como él corría (no saltaba), cruzo perfectamente; pero los demás no sabían correr y por eso, le pidieron ayuda a Roki ; a Roki le dio pena y les ayudó. Desde entonces nadie se ha metido nunca más con Roki.
Fin.
Esta narración ha sido creada por el alumno Antonio Domínguez Cárdenas.
ResponderEliminarEstá muy bien redactado
ResponderEliminarsi es chulisimo
ResponderEliminar